Carnaval en San Pablito
CARNAVAL DE SAN PABLITO
Todos los carnavales de la Huasteca Poblana han ido modificándose, por modas, por reglas sociales, legales y por la migración de los pobladores de las comunidades que, van de lo rural a las urbes o incluso a trabajar el país vecino del norte
El carnaval en San Pablito, Pahuatlán es singular; se trata de una comunidad otomí en donde se inicia con la mira de solicitar permiso al “rojito” (diablo) para iniciar la fiesta, con tal de que este no se enoje. Al dialogar con “el rojito” le sugieren que les dé todas las facilidades para que la fiesta de carnaval, que es para él, “salga bien en toda la comunidad”.
Aquí también es el capitán quien se encarga de la organización, de solicitar apoyo a las autoridades y también de responder por alguna cuestión de desorden, según contó Rubelio, un integrante de los huehues.
Rubelio comentó que al pedir permiso al “rojito” van al panteón, le llevan sus cigarros y un refresco, le piden fortaleza para aguantar los bailes de toda la semana y también le piden fuerza para los brazos de los músicos huastecos que, con sones tradicionales, van acompañando a las comparsas.
Al ser una población de gran concentración de habitantes, incluso igual o mayor que la cabecera municipal, se divide en ocho barrios y cada uno tiene su grupo de huehues, quienes se visten de mujeres ocupando el atuendo original indígena: falda larga de color claro con base en algodón y blusa bordada con chaquira multicolor.
la historia de sátira detrás del colorido y la música
La también llamada “fiesta de la carne” es una celebración previa al inicio de la cuaresma y pascua católicas
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